Las baterías alcalinas destacan en aplicaciones de uso intermitente, donde los dispositivos se encienden y apagan repetidamente, un patrón de uso común para muchas herramientas domésticas y profesionales. A diferencia de algunos tipos de baterías que experimentan problemas de "recuperación" de voltaje (recuperación temporal de voltaje después del descanso, lo que genera lecturas falsas de la energía restante), las baterías alcalinas mantienen un rendimiento constante a través de ciclos de uso e inactividad. Esto es fundamental para dispositivos como linternas, que pueden permanecer inactivas durante semanas y luego necesitan ofrecer brillo total al instante, o micrófonos inalámbricos que requieren energía confiable durante el uso esporádico en eventos. La reacción química estable de las baterías alcalinas garantiza que la energía esté disponible según demanda, sin necesidad de tiempo de “calentamiento” ni degradación del rendimiento después de períodos de inactividad. Incluso para dispositivos como los detectores de humo, que funcionan en modo de espera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero requieren una salida repentina de alta corriente cuando se activan, las baterías alcalinas entregan la energía necesaria al instante. Su capacidad para funcionar de manera consistente tanto en uso continuo como intermitente los convierte en la solución de energía más versátil para una amplia gama de dispositivos.