Las baterías alcalinas están diseñadas para almacenamiento a largo plazo y presentan una tasa de autodescarga ultrabaja de menos del 1% anual que preserva la capacidad total por hasta una década. Esta vida útil excepcional se logra mediante materiales de alta pureza, tecnologías de estabilización avanzadas y envases herméticos que minimizan la pérdida de energía con el tiempo. A diferencia de las baterías recargables que requieren recarga periódica para mantener la capacidad, estas celdas alcalinas desechables permanecen listas para usar cuando sea necesario, lo que las hace perfectas para preparación para emergencias, dispositivos estacionales y aplicaciones de energía de respaldo. Son ideales para abastecerse de kits de emergencia para alimentar linternas, radios portátiles y luces de emergencia durante apagones. Para uso estacional, mantienen en funcionamiento las decoraciones navideñas, el equipo para acampar y las herramientas para exteriores año tras año sin necesidad de reemplazo. En entornos profesionales, proporcionan energía de respaldo confiable para dispositivos médicos, sistemas de seguridad y sensores remotos que requieren un modo de espera a largo plazo. La capacidad de mantener la energía durante períodos prolongados elimina la frustración de descubrir baterías agotadas cuando más las necesita. Ya sea que se almacenen en un armario, garaje o kit de emergencia, estas baterías mantienen su rendimiento, lo que garantiza que siempre esté preparado para necesidades de energía inesperadas.
