A medida que la tecnología del hogar inteligente se vuelve cada vez más frecuente, las baterías alcalinas han evolucionado para satisfacer las demandas únicas de los dispositivos inteligentes, desde cerraduras inteligentes hasta sensores conectados. Estos dispositivos a menudo requieren un suministro de energía constante con fluctuaciones mínimas de voltaje para mantener una conectividad constante y un funcionamiento confiable, requisitos que las baterías alcalinas cumplen perfectamente. Por ejemplo, las cerraduras inteligentes dependen de una energía constante para garantizar un acceso seguro y evitar bloqueos, y las baterías alcalinas con tecnología de descarga dinámica pueden soportar más de 18.000 ciclos de bloqueo/desbloqueo, lo que se traduce en hasta dos años de tiempo de funcionamiento en el uso diario. De manera similar, los termostatos inteligentes y los sensores de movimiento, que funcionan en modos de bajo consumo pero de uso continuo, se benefician de la curva de descarga plana de las baterías alcalinas, lo que garantiza lecturas precisas y una transmisión de datos ininterrumpida. A diferencia de algunos tipos de baterías que activan falsas alertas de bajo consumo debido a caídas de voltaje, las baterías alcalinas brindan un rendimiento predecible, lo que reduce los reemplazos innecesarios de baterías. Su diseño a prueba de fugas también protege los circuitos sensibles de los dispositivos inteligentes, cuya reparación es mucho más costosa que la electrónica tradicional. Para los propietarios de viviendas inteligentes, las baterías alcalinas ofrecen una base de energía confiable para su ecosistema conectado.
