Los materiales de primera calidad y la fabricación de precisión definen la durabilidad excepcional de nuestras baterías de botón de litio-manganeso, lo que garantiza una larga vida útil incluso en aplicaciones exigentes. Obtenemos óxido de litio y manganeso de alta pureza para los cátodos (con contenido de manganeso optimizado para la estabilidad) y litio metálico refinado para los ánodos, minimizando la degradación del material que provoca la pérdida de capacidad con el tiempo. Esta selección de materiales se ve reforzada por técnicas avanzadas de modificación de superficies, que crean una capa protectora en las superficies de los electrodos para evitar la descomposición del electrolito, un avance inspirado en una investigación reciente sobre la extensión de la vida útil de las baterías de litio.
Nuestro proceso de producción cumple con estrictos protocolos de control de calidad, con 12 puntos de inspección separados durante el ensamblaje, incluida la verificación de capacidad a 25 ℃ y 45 ℃, pruebas de estabilidad de voltaje durante 72 horas y detección de fugas de helio para garantizar un sellado hermético. Cada lote se somete a una certificación de terceros para cumplir con estándares internacionales como IEC 60086-3 (para baterías primarias de litio) y UL 1642, que validan el rendimiento y la seguridad para los mercados globales. El resultado es una batería que mantiene más del 80 % de su capacidad original durante todo el ciclo de vida del dispositivo, ya sea alimentando un monitor médico durante años o un sensor de IoT en ubicaciones remotas. Para las empresas, esto se traduce en menores costos de mantenimiento y menos tiempos de inactividad de los dispositivos, mientras que los consumidores se benefician de intervalos más largos entre reemplazos.